Aula de Teatro del Ateneo Casablanca

Con objeto de crear una escuela básica de Teatro para niños y adultos de la zona Sector Sur – Campo de la Verdad – Polígono Guadalquivir, tras la grata experiencia vivida con el exitoso Colectivo Infantil de Teatro "La Fiambrera" (1984-1988), se constituyó en el verano de 1987 el Aula de Teatro del Ateneo Casablanca, que más tarde cambiaría su nombre por el de Sección de Teatro del Ateneo de Córdoba.

El proyecto contemplaba la realización de diversos montajes de obras conocidas y la contratación de personal cualificado (licenciados en Arte Dramático, profesores comprometidos socialmente, etc. para impartir enseñanza elemental de las variadas disciplinas del arte dramático, incluyendo danza y música.

Los creadores del proyecto eran conscientes del trabajo que les venía encima. Pero en Córdoba existían entonces unas cuantas personas, mujeres y hombres de la farándula con un alto nivel de conocimientos teatrales, agrupados en torno a diversos grupos, que, sin ánimo de lucro, por una pequeña compensación económica estaban dispuestos a dedicar generosamente unas horas semanales a impartir cultura escénica a quienes, a través del Ateneo Casablanca manifestaran su interés por recibirla.

Obviamente, con unos burócratas plenipotenciarios en la Posada del Potro, paraíso de intolerantes y soberbios, un proyecto tan social como el del Aula de Teatro del Ateneo Casablanca sería rechazado a carcajada limpia, simplemente por ser un proyecto de “los vikingos del Polígono”.

A los pobres virreyes de la Posada se unieron los indigentes culturales y sociales de alguna que otra delegación provincial de la Junta de Andalucía y de algún que otro delegado como Luis Moreno, en Política Territorial, quien siempre se negó a facilitar un local, en alquiler, de los cientos de locales vacíos que existían en el Barrio Guadalquivir.

Solamente la Diputación de Córdoba, una vez más, escuchó con respeto al Ateneo Casablanca y le facilitó ayuda para la realización de la I Muestra Provincial de Teatro, para la II y para la III. Con esta actividad el Ateneo quiso demostrar a las esfinges del poder autonómico y municipal que se podían realizar actividades culturales, como el teatro, con muy bajo coste y, de paso, utilizar la Muestra de Teatro, con carácter anual como un punto de partida para la realización del utópico sueño de la escuela popular de teatro.

Solamente existió la ayuda de la Diputación Provincial de Córdoba. De modo que, de los 30 grupos inscritos, de otras tantas localidades de la provincia, sólo se pudieron llamar a seis (Jarpío de Doña Mencía, Suke de Benamejí, La Máscara de Villanueva de Córdoba, Taller de Teatro de Posadas, Usías Teatral de Dos Torres y Almoradux de Villafranca de Córdoba. A estos grupos sólo se les pudo pagar los gastos de desplazamiento a razón de 50 pesetas por km. La Muestra se desarrolló en el Conservatorio Superior de Música, que se vio abarrotado de público en las siete sesiones celebradas, como puede comprobarse en las extraordinarias fotografías que de cada representación realizó generosamente para el Ateneo Casablanca aquel gran reportero gráfico que fue Ladislao Rodríguez Benítez "Ladis".

Véase también

• I Muestra Provincial de Teatro
• II Muestra Provincial de Teatro
• III Muestra Andaluza de Teatro Aficionado
• Ateneo de Córdoba, Ateneo ambulante