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PRÓXIMOS ACTOS DEL ATENEO DE CÓRDOBA

Nueva Junta Junta Directiva del Ateneo de Córdoba

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Jueves 11 de abril. Conferencia de DESIDERIO VAQUERIZO." LOS ORIGENES DE CÓRDOBA". (Presenta J.L.G.C).
Finales de abril, primera semana de mayo. Proyección del documental "MONTE HORQUERA" de FERNANDO PENCO, galardonado en diversos Festivales internacionales (Italia, India, Holanda etc,)
Lunes 11 de Mayo. Conferencia de MANUEL VACAS." LA GUERRA CIVIL EN EL NORTE DE LA PROVINCIA DE CÓRDOBA.LAS BATALLAS DE POZOBLANCO Y PEÑARROYA- VALSEQUILLO". (Presenta Antonio BARRAGÁN).Todos los actos en la Sede del Ateneo.

CONVOCADOS LOS PREMIOS DEL ATENEO DE CÓRDOBA
XI Premio de Relato Rafael Mir.
XXXIX Premio de Poesía Juan Bernier.
IX Premio Agustín Gómez de Flamenco Ateneo de Córdoba.

Fallo de las Fiambreras de Plata 2023, relación de homenajeados aquí.

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Iglesia de San Francisco y San Eulogio de la Ajerquía

De Ateneo de Córdoba
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Parroquia de San Francisco y San Eulogio de la Ajerquia.jpg

Desde su fundación en el siglo XIII, bajo la advocación de San Pedro el Real, la que fuera antigua casa grande de los franciscanos se convirtió en uno de los enclaves artísticos más emblemáticos de la ciudad.

Se encuentra situado este templo en la parte baja de la ciudad, en la antigua Ajerquía. El convento como tal fue suprimido en 1812, y en 1842 fue vendido a un particular, quedando sólo la iglesia, transformada en parroquia en 1877, uniéndose a ésta la vieja parroquia de San Nicolás y San Eulogio de la Ajerquía.

Las restauraciones practicadas en el templo en 1977, pusieron al descubierto parte de la estructura medieval del edificio, oculta por las obras del siglo XVIII. Así pueden contemplarse el ábside izquierdo y el correspondiente brazo del crucero, construidos con sillería y cubiertos con nervadura. El conjunto se ajusta a los modelos franciscanos, compuestos por una sola nave, crucero y cabecera triple de ádsides poligonales construidos con sillares de piedra de acarreo. En la zona derecha, durante el siglo XIV se levantaron capillas funerarias. Para la cubrición de cabecera y crucero se utilizó bóveda de crucería con nervaduras muy delgadas apoyadas sobre capiteles góticos de motivos vegetales.

Como única muestra del patrimonio medieval del convento nos ha llegado el Crucificado de la Salud, talla fechable hacia el 1430, que hoy se conserva en el Convento de las Salesas. El ádside del templo estuvo ornado de pinturas, que quedaron ocultas por el retablo mayor. La construcción más destacable del siglo XVII es la del claustro, que se lleva a cabo entre 1662 y 1683. Actualmente sólo se conservan dos de sus cuatro lados, transformados en espaciosa plaza. Estaba realizado en ladrillo y piedra, formando dos pisos en altura, con andanadas de arcos de medio punto apoyados en columnas de fuste liso y capitel toscano. Las roscas de los arcos se adornan con molduras lisas y las enjutas con embutidos geométricos. El claustro se mantuvo intacto hasta que se vendió el convento en 1836, afectándole la venta en los dos lados adosados al edificio conventual.

A lo largo del Seiscientos se intesifican las labores de reforma en las capillas funerarias que tenía el templo. Sin embargo, salvo algunas excepciones, han quedado pocos restos de este periodo. La Capilla de la Imprensión de las Llagas, pertenecía a mediados del XVII a Antonio de Foronda, y fue legada mediante testamento a diferentes familiares que se ocuparon de su mantenimiento. Un siglo después, la conservación de la misma paso a la propia comunidad franciscana; desde entonces paso a llamarse de San Rafael. El retablo es pequeño y se realizó en 1795. Lleva en el centro la imagen de San Rafael, atribuida a Manuel Gómez de Sandoval.

Al final de la nave derecha, junto a la puerta de ingreso al templo, se encuentra la Capilla del Bautismo, que guarda un retablo atribuido a Melchor Fernández Moreno de hacia 1650. La hornacina central la ocupa en la actualidad un lienzo que representa el Bautismo de Cristo, copia del siglo XVIII.

En el siglo XVIII se emprenden en este templo obras de reforma de tal importancia que dejó de ser una iglesia conventual para convertirse en un templo completamente barroco. La transformación del edificio se produjo en varias etapas; la primera en torno a 1727, y la segunda en el tercio final del siglo.

Las obras de 1727 estuvieron dirigidas por el maestro Francisco López. En las tareas de ornamentación debió colaborar Teodosio Sánchez de Rueda. Las obras afectaron a la capilla mayor, coro, naves y cubiertas de la cabecera. Los arcos apuntados se hicieron de medio punto, los pilares se convirtieron en pilastrones y se cegaron parte de las ventanas.

Hacia 1731 se ha fechado la realización de la portada de la iglesia. Trabajada en mármol gris, presenta una disposición muy movida, con tres cuerpos decrecientes y diferentes planos de profundidad.

A partir de 1734 se reforma la actual Capilla de Nuestra Señora del Pilar, que estuvo antes bajo la advocación de San Antonio. Se ubica junto al crucero y presenta planta cuadrangular cubierta con cúpula semiesférica y linterna.

En el siglo XVIII, se reformó el ábside derecho de la Capilla del Sagrario, cambiándose las cubiertas medievales por una bóveda baída. Hacia 1750 un maestro anónimo realizó el retablo, cuyo banco luce un sagrario de plata punzonado por el platero Aguilar en 1779, que perteneció a la antigua parroquia de la Ajerquía. Desde principios del siglo XX se encuentra situada aquí la interesante escultura del Señor de la Caridad; definida como 'el más bello Crucificado de la Semana Santa cordobesa', fue donada a la cofradía por el mercader valenciano Juan Draper en 1614. Es una pieza de autor anónimo, de indudable calidad y estética manierista.

A partir de 1760 se emprende el arreglo de las cubiertas de las capillas, que se convierten en bóvedas de arista. También se cambia el coro, que gana en amplitud al alargarse con tribunas por los lados de la nave. En el tercio final del siglo se realizan la nueva cubierta del crucero y las portadas del Compás y de la calle de San Francisco.

El primitivo acceso al recinto conventual se hacía a través de la llamada portada del Compás también conocida como portada de la Feria; es obra de un maestro anónimo, que la levantó hacia 1782, sufriendo una importante restauración en 1877. Está formada por un arco de medio punto enmarcado por pilastras y coronado por hornacina con la imagen del santo titular, ejecutada por Lorenzo Cano.

En torno a 1782 se debió construir la espadaña, que es una fábrica de ladrillo, muy deteriorada, situada en uno de los ángulos del antiguo claustro. Se cree que su autor pudo ser el mismo maestro que ejecutó la portada de la calle Feria. Entre los años finales del XVIII y comienzos del XIX se fecha la construcción de la portada lateral que da a la calle San Francisco. Es de arco de medio punto con la clave muy resaltada. En ambos lados se disponen pilastras sin decorar apoyadas sobre basamentos. Remata en frontón curvado con pináculos en los vértices y el escudo franciscano en el tímpano.

Fuente